Tita Edid es la responsable del Programa Best Buddies, que promueve la creación de relaciones de amistad entre personas con discapacidad intelectual y sin discapacidad.
A la fecha ha contado con la participación de más de 10 mil personas.
Tras años de ser testigo del encuentro y surgimiento de nuevos amigos, Tita nos comparte una reflexión sobre lo maravilloso qué es la amistad, y lo que conlleva ser un buen amigo…
“Un verdadero amigo no es quien te seca las lágrimas al llorar, es el que inventa mil cosas para evitar que las derrames, no es quien te hace reír con mentiras, sino quien te hace llorar con verdades, no es quien te oculta lo que te hace daño, es quien te ayuda a enfrentar la realidad.”
A veces encuentras en la vida una amistad especial; ese alguien que al entrar en tu vida la cambia por completo.
Es ese alguien que te hace reír sin cesar, ese alguien que te hace creer que en el mundo existen cosas buenas.
Ese alguien que te convence de que hay una puerta lista para que tú la abras y te des cuenta de que existen otras realidades, otro mundo lleno de sensibilidad, de ternura, de compromiso sincero sobre todo cuando esa amistad en especial está llena de retos.
La amistad que conlleva a ser uno mismo, a no tener máscaras innecesarias porque te enseñan a ver el mundo desde otra perspectiva, uno mucho más amable.
Es una amistad que aunque te alejes esa amistad te sigue, si pierdes el camino esa amistad te guía y te alegra, te lleva de la mano y te dice que todo va a estar bien.
Porque en la amistad todos los pensamientos, todos los deseos, todas las expectativas nacen sin palabras y son compartidas con callado gozo.
La verdadera amistad es desinteresada, pues consiste más en dar que en recibir; no busca el provecho propio sino el del amigo.
Una amistad verdadera si ha de ser leal y sincera, exige renuncias, rectitud, entendimiento mutuo aunque las circunstancias y realidades sean completamente diferentes, es respeto, comprensión, es aquél que está no sólo cuando las cosas van bien, sino también en momentos de dificultad.
Y cuando la tengas, procura conservarla porque hay pocas, donde los amigos son esos recuerdos que no se olvidan, se siembra y renace, crece y se posa en el alma, no juega con los sentimientos, es la diferencia convertida en cualidad.