Mi servicio social en Fundación Inclúyeme.

¡Hola a todos! Soy Naomi, estudiante de Mercadotecnia en la Universidad Iberoamericana y hoy quiero compartirles una experiencia que me ha marcado un antes y un después en mi percepción sobre la discapacidad: mi servicio social en la Fundación Inclúyeme.

En la Ibero, uno de los requisitos para graduarnos es realizar un servicio social, y aunque algunos pueden verlo como una simple obligación, yo descubrí que es una oportunidad increíble para crecer tanto personal como profesionalmente. Trabajar con Inclúyeme me permitió involucrarme directamente en la lucha por la inclusión de personas con discapacidad intelectual, un área que, honestamente, no sabía lo grande que era.

Vivimos en un mundo donde la desinformación sobre las discapacidades es enorme, especialmente en redes sociales. Nuestro objetivo era hacer de México un lugar más inclusivo, empezando desde casa, informándonos y tomando acción.

Parte de mi trabajo consistió en aplicar a convocatorias internacionales para financiamiento, lo cual no fue sencillo. Aprendí la importancia de tener información precisa y actualizada. Además, desarrollé contenido para redes sociales, intentando capturar la atención y sensibilizar a las personas.

Otra cosa que me gusto mucho de mi experiencia fue la organización de talleres para los usuarios de Inclúyeme, como cursos de uso de Canva y fotografía básica desde el celular.

Personalmente, esta experiencia ha sido transformadora. Aprendí a valorar la empatía y la creatividad, y vi de primera mano cómo la inclusión puede mejorar directamente la calidad de vida de las personas. También me hizo reflexionar sobre la relevancia de nuestro papel como futuros profesionales del marketing en promover y facilitar la inclusión en todos los aspectos de la sociedad.

Sobre si es adecuado que las universidades requieran hacer servicio social en fundaciones, ahora puedo decir que sí, es una idea no solo increible sino que necesaria también. No solo nos prepara para enfrentar desafíos profesionales, sino que también abre nuestros ojos a realidades sociales y nos transforma en personas más conscientes y comprometidas.

Gracias, Fundación Inclúyeme, por una experiencia tan enriquecedora. Gracias Ari, fue un placer trabajar contigo, gracias por la paciencia y por enseñarme tanto. Gracias José, me encantó conocerte me enseñaste mucho.

Espero que mi experiencia inspire a más personas a involucrarse y a entender la importancia de la inclusión.
Muchas gracias!

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