María, es una mamá que ha sabido sacar adelante a sus hijas ella sola. Su hijo mayor vive con el papá desde que la pareja se divorció. María Cisneros se hizo cargo de las dos hijas: Jessica, hoy de 24 años, quien vive y trabaja con ella. Y Montserrat Pamela de 28, con discapacidad intelectual quien vive de martes a viernes en un departamento de INCLÚYEME, y los demás días en su casa.
¿Cómo te imaginabas el futuro de Montse?
Aunque la discapacidad intelectual de Montse es leve, me preocupaba mucho qué iba ser de ella cuando yo llegue a faltar; si su hermana Jessica no pudiera o no quisiera hacerse cargo de apoyarla. Tenía mucho miedo de que sufriera, que dependiera totalmente de los demás.
Yo la enseñé a vender dulces en el puesto que tengo en la escuela de mi colonia; hace sumas simples, y aún cuando no sea un trabajo en donde se independice ya que no puede estar sola vendiendo, pues es lo que yo sabía enseñarle. Ahora veo que yo la cobijé mucho sin saber que le estaba haciendo daño.
¿Platícame cómo ha sido la preparación de Montse para su etapa de vida independiente?
Desde pequeña, aún sabiendo que era diferente, nunca hice diferencias con mis hijos. Tanto Jessica como Montse, saben cocinar, planchar, limpiar, llevar una casa. Las enseñé a ir al mercado, escoger la comida, se van juntas al tianguis a comprar ropa cuando la necesitan. Montse sabe leer, y puede escribir aunque de manera sencilla.
Conocí CONFE (Confederación Mexicana de Organizaciones a favor de la Persona con Discapacidad Intelectual, A.C.), e inscribí a Montse para que cursara algunos talleres. Yo no podía estar llevándola todos los días porque tenía que trabajar, por lo que la acompañé dos veces para enseñarle cómo tomar la pesera, el metrobús y el camión para llegar hasta allá. Montse va y viene sola, y si por alguna razón no llega el transporte o se descompone, sabe qué hacer.
En CONFE también conocimos la asociación INCLÚYEME. Nos dieron una conferencia sobre vida independiente en la que pasaron videos de chicos como mi hija viviendo en sus departamentos, y eso me convenció de que era el momento para que Montse se fuera a vivir como ellos. Pero para poder hacerlo, la condición es que deben de tener un trabajo fijo, y salió un trabajo en Starbucks. Ya lleva dos años trabajando ahí; su puesto es el de varista. Sus tareas son la limpieza, apoyar en cocina, sacar los alimentos. Hace de todo, menos el manejo de dinero.
¿Tenías o tienes miedo de dejarla ir? ¿La sientes capaz de cuidarse por sí misma o, si es necesario, pedir ayuda?
Tengo mucho miedo de dejarla ir. Toda su vida la he protegido, ha estado a mi lado, siempre pensando que estará junto a mí. Hasta me hacía la idea que era la que me iba a acompañar en mi vejez.
También, siempre tengo pendiente de que le pase algo; al principio cuando nos separamos, le hablaba varias veces al día, para asegurarme que estuviera bien. Me aconsejaron que no era bueno para Montse que lo hiciera, por lo que ahora trato de estar en contacto con ella, nada más una vez al día. Soy sobreprotectora sobre todo con ella, porque siempre he pensado que es la que más me necesita.
En una ocasión, estando en la “pesera” entró un ratero con pistola, pero ya le había enseñado a que si la robaban le diera todo, que tratara de no hablar, y de obedecer lo que le dijeran. Y así lo hizo. Eso me hizo darme cuenta, que ella si podría cuidarse sola.
¿La extrañas?
Si, la extraño mucho, aún cuando vive conmigo de sábado a martes, pero estoy contenta porque Montse está bien. Vive en un lugar seguro, trabaja y gana su dinero, ya tiene dos años ahí; la tratan bien, y sobre todo se siente feliz.
¿Podrías aconsejar a otros padres con hijos con alguna discapacidad sobre qué deben de hacer para lograr su independencia?
Mi consejo es que aún cuando tengamos mucho miedo por ellos, debemos dejarlos ir, prepararlos y prepararnos para cuando llegue el momento. Que busquen ayuda en las diferentes asociaciones como CONFE o INCLÚYEME, que se acerquen a otras familias que ya hayan pasado por esto. Que los valoren como personas que si podrán lograr sus objetivos, y que los oigan; ellos tienen opinión de lo que quieren hacer, de los amigos que quieren tener, de los novios que quieren tener. Y sobre todo, si quieren vivir en pareja, pues adelante.
Cuando Montse era pequeña, la enseñé a que nadie la debe de maltratar, ni abusar de ella. Hace poco, la tuve que llevar al médico y éste nos dijo que ya era tiempo que la operara para que no tuviera hijos. No le contesté nada, pero al salir, Montse me dijo que de ninguna manera se iba a dejar; no es lo que yo quiero, sino lo que ella quiere y puede hacer.
¿Has pensado en tener un proyecto propio ahora que Montse está iniciando su vida independiente? ¿Qué te gustaría hacer?
Actualmente, vendo dulces en la escuela que está en mi colonia. Me gusta mucho rodearme de niños, y cuando puedo, a los muchachos que están drogados, y hay muchos por aquí , los ayudo, dándoles dulces y no dinero.
Estoy pensando en volver a trabajar en las noches en una empresa de limpieza. Así podré juntar dinero, traspasar mi vivienda y cambiarme a un lugar mejor, porque es muy peligroso donde vivo.
A María le costó trabajo separarse de Montse, de la que ella cree que es la más desprotegida, pero su hija le ha demostrado que puede trabajar, vivir de manera independiente, tener amistades, es decir llevar una vida como cualquier chica de su edad.