Para iniciar con esta participación me gustaría invitarlos a que revisen la anterior, para que cuenten con el contexto de mi caso: Juicio de Interdicción
Cuando iniciamos el proceso para revertir el dictamen del juicio de interdicción que en su momento mis padres consideraron era la mejor opción para mí, tuvimos claro que el objetivo era sentar un precedente que favoreciera a las personas que llevaron a cabo este recurso, pero que actualmente cuentan con la capacidad para asumir sus propias decisiones, tuvimos claro que sería un proceso largo pero que valdría la pena enfrentarlo.
Tuvimos que trabajar alrededor de 5 años, fue un proceso difícil y enredado pero lo logramos. A finales del mes de noviembre de 2016 obtuvimos la resolución del caso, la sentencia alcanzada señala que la mayoría de decisiones las podré asumir de manera directa y algunas otras con algún tipo de apoyo. Resultado que me devuelve mi capacidad jurídica señalada en el artículo 12 de la Constitución.
Personalmente me parece que fue un resultado muy favorable, no solo por los beneficios que recuperé sino que mi caso sirvió para dejar un precedente en la materia para que en un futuro personas con discapacidad intelectual y/o dentro del espectro autista, que se encuentren en una situación similar y que sus familiares consideren que tiene la capacidad de decidir y tomar decisiones no lo piensen más inicien el proceso para revertir el juicio de interdicción y retomen el ejercicio de sus derechos.
Dentro de este proceso hubo factores que favorecieron el resultado final, el primero el apoyo de mi familia mis padres y mi hermano, el puntual seguimiento de los abrogados que se involucraron, el soporte de CONFE y su equipo de trabajo, las labores que llevo a cabo en el Museo Soumaya y desde luego mi estancia en el programa de Vida Independiente de Fundación Inclúyeme.
Particularmente mi desarrollo, independencia y autodeterminación se han visto favorecidas con las actividades que realizamos diariamente. La convivencia con mis compañeros en el departamento me ayuda a compartir mi optimismo y entusiasmo, el avance en los programas me lleva a planear a futuro pues me considero una persona preparada con los apoyos y respaldos necesarios. Estoy comprometido con seguir aportando mi trabajo en el museo, avanzar en mi crecimiento económico para en un futuro por qué no, comprarme mi casa, mi auto, conocer a una mujer para que sea mi novia y otros proyectos.
De mi Programa de Vida Independiente disfruto mucho que tengo una mejor organización en mis tiempos, en mis actividades, en mis ingresos, me ayuda mucho que mi departamento esté cerca de donde trabajo, que cuento con espacio es agradable en donde convivir con los compañeros es satisfactorio pues hacemos cosas variadas, salimos de paseo, a cenar, por la despensa, etc.
Como parte de la sentencia, Fundación Inclúyeme realizará un reporte sobre las actividades que llevo a cabo en todo el año y las decisiones que tomé, con ventajas desventajas y la conclusión dependiendo si lo hice o no. Confío en que mi caso ayude a que se realicen los cambios necesarios sobre el juicio de interdicción en beneficios de las personas con discapacidad y dentro del espectro autista.
Si me permiten un consejo, a las personas con discapacidad que tienen el juicio de interdicción les digo que, si ustedes ven que pueden tomar sus decisiones, que tienen planes como formar su propia familia, tener un trabajo, si se sienten capaces de hacerlo por sí mismos definitivamente que el juicio de interdicción no es para ustedes y es posible revertirlo.
A los papás, si ven el potencial de su hijo no lo limiten, por el contrario apóyenlos, fortalezcan todo lo bueno que pueden lograr, que su hijo o hija no se convierta en una preocupación para ustedes, no se dejen llevar por lo que se le complica. Prepárenlos para la vida independiente. Y a ambos infórmense, conozcan ventajas y desventajas del juicio de interdicción antes de tomar la decisión y actúen, porque con derechos avanzamos hacia la inclusión.