La importancia de nuestra representación

Soy Maryangel García-Ramos Guadiana, activista por las personas con discapacidad y Fundadora del movimiento Mujeres Mexicanas con Discapacidad. Este es un movimiento que creamos para que la sociedad vea que las mujeres con discapacidad estamos presentes y listas para ser tomadas en cuenta.

Usualmente, cuando hablamos de -diversidad- hablamos del color de piel, nacionalidad, religión, etnia, género, identidad de género, nuestra preferencia sexual o nuestro contexto socioeconómico. Y casi nunca incluimos el tema de discapacidad en esta conversación.

Si pensamos en los mensajes que consumimos en los medios y el concepto de persona con discapacidad que se nos presenta normalmente, es el de una persona en sufrimiento, enojada con la vida, que no se siente completa. El concepto de que somos seres que estamos “rotos” o que nos falta algo, minimiza que se nos represente en los diferentes medios, plataformas o discursos.

Centrémonos y hablemos específicamente de mujeres con discapacidad, muchas veces solemos ser las últimas en la lista de los mismos movimientos de mujeres u otros movimientos sociales. No nos estamos viendo a nosotras mismas representadas en nuestro alrededor.

Hagamos un pequeño ejercicio de visualización de mujeres con discapacidad, no las tenemos dando las noticias, o saliendo en la portada de Cosmopolitan, Time o la primera plana del periódico, pero cuando esto sucede no es por su discapacidad, sino por su personalidad, logros, talentos y habilidades. Es muy claro que hay mujeres con discapacidad haciendo grandísimas cosas que están transformando y haciendo la diferencia en distintas áreas.

Pensemos en otro ejemplo: La persona con discapacidad en una telenovela: la persona es de semblante triste, normalmente se siente incompleta y al final se cura; pero no hay nunca un diálogo en donde en su proceso de discapacidad, se sienta fuerte y poderosa. En la política son contadas las personas con discapacidad que nos representan (y menos si son mujeres). Es más… estamos en un punto donde no se nos ocurre siquiera relacionar el SEXO Y LA DISCAPACIDAD en un mismo enunciado.

Es por esta falta de representación empoderada de nosotros mismos, que tenemos que hacer ver y escuchar las voces de tantas personas con discapacidad a través de nuestras historias. Todas y todos con distintas discapacidades, en contextos, necesidades y retos diferentes, pero con la misma búsqueda de igualdad de oportunidades que como personas, tenemos por derecho.

Y esto lo establece la Convención de los Derechos de la Discapacidad de la ONU, donde dice que nosotros, como personas con discapacidad, debemos participar plenamente con los gobiernos y organizaciones en la toma de decisiones. La diversidad en participación hace que se tomen mejores decisiones en la comunidad. Fortalece los procesos y nos lleva hacia la innovación social. Entonces, ¿qué nos falta? Nada de esto será regalado para nosotros, tenemos que pelear por nuestro lugar en la mesa.

Seamos intencionales cada vez más, para poder ser parte de estos espacios, buscando que no se hable ni se tomen decisiones sobre nosotros, sin nosotros.

La discapacidad no es lo que nos diferencia y nos une, sino la misma necesidad de contar nuestras historias para así levantar la voz por lo que es justo. POR NOSOTRAS.

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