En el caso de nuestro hijo el Síndrome de Asperger fue confundido con retraso mental superficial y el déficit de atención, de ahí la importancia de acudir con personas e instituciones que cuenten con la experiencia necesaria para brindar un diagnóstico certero. De la misma forma en los temas jurídicos que la familia considera necesarios.
Así fue el caso de nuestra familia y nuestro hijo Ricardo Adair Coronel Robles, quien actualmente tiene 28 años, y que recientemente obtuvo un amparo al juicio de interdicción el cual llevó cerca de cinco años, en detrimento de su capacidad jurídica y ejercicio de sus derechos constitucionales.
Como cualquier padre o madre que en todo momento busca lo mejor para sus hijos, nosotros también consideramos que interdictar a Ricardo, le protegería de problemas de tipo legal y jurídico, además de facilitar su seguridad social.
Sin embargo, cuando contamos con la información precisa sobre el tema, señalada en el Artículo 12 de la Convención Internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: Igual reconocimiento ante la Ley. Todos los Países asegurarán la igualdad de derechos de las personas con discapacidad ante la Ley. La Convención exige que todos los Países garanticen que las personas con discapacidad. 1.- Tienen los mismos derechos a heredar y poseer propiedades. 2.-Deben conocer y controlar sus actividades y bienes económicos. 3.- Pueden acceder a los servicios financieros, como por ejemplo los créditos o las hipotecas, pero principalmente sobre su condición, capacidades y desarrollo potencial, decidimos revertir el proceso. (Convención Internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, versión lectura fácil).
Por ello, con el apoyo de abogados con enorme disposición y diversas instituciones emprendimos el arduo camino de la solicitud de amparo, en donde descubrimos que las leyes y códigos civiles no brindan seguridad a las personas con discapacidad o dentro del espectro autista. Enfrentando mitos, tabúes y exclusión en áreas que deberían ofrecer respaldo a la ciudadanía en general por el hecho de ser personas.
Durante su paso por CONFE, Ricardo descubrió que, con dedicación, esfuerzo y empeño por crecer, se pueden lograr las cosas que uno anhele; ahí fue donde comenzó su desarrollo personal e independiente, tomó diferentes cursos y clases, incluso a nivel profesional, fue una etapa en que obtuvo muchas herramientas de empoderamiento que nos impregnó favorablemente en el ánimo familiar.
Podemos compartirles que todo el proceso la familia Coronel Robles lo vivió con mucha esperanza de contribuir a que las instancias de legislación hagan las modificaciones necesarias para que personas con discapacidad intelectual o dentro del espectro autista, puedan ejercer sus derechos a plenitud, contando únicamente con los apoyos que sean necesarios para garantizar su autodeterminación.
Nosotros apoyamos a Ricardo en esta decisión, con el objetivo de que su caso contribuyera a que el juicio de interdicción tuviera las actualizaciones con base en la convención, el desarrollo de habilidades obtenido, con base en las cuales contaba con la capacidad necesaria para asumir la responsabilidad de sus acciones y decidir por sí mismo.
Bajo esta ruta logramos en los magistrados una postura más abierta y flexible, obteniendo la oportunidad de mostrar que, a partir de un plan integral, nuestro hijo tiene la capacidad de decidir y resolver aspectos fundamentales de su vida, para lo cual Fundación Inclúyeme ha sido un factor indispensable y que seguirá siendo importante al ser la institución señalada por el juez para constatar el incremento y mejora en las habilidades de Ricardo.
La resolución nos deja satisfechos en varios aspectos, el primero es haber logrado sentar un precedente para que las familias de personas con discapacidad analicen bien si es la mejor opción; propiciar que las instancias encargadas de impartir justicia promovieran el cambio de un modelo médico a uno social y de derechos humanos; conseguir que Ricardo recuperara su capacidad jurídica plena; y principalmente que podrá tomar sus propias decisiones sabiendo que serán respetadas, contando únicamente con el apoyo que sea necesario.
Estamos seguros que nuestro caso, el testimonio que compartimos será de mucha ayuda para que las familias de personas con discapacidad intelectual o dentro del espectro autista tengan elementos suficientes para tomar la decisión acertada, tanto en caso de que ya cuenten con el juicio de interdicción y quieran revertirlo, o si no para que definan si en verdad su ser querido lo necesita.
* Padres de Ricardo Adair Coronel Robles