En la actualidad existen descripciones muy completas con relación a las características que definen a las personas que se encuentran dentro del espectro autista. Personalmente considero que para hablar de Autismo o Asperger la persona debe presentar peculiaridades en los siguientes cinco grupos:
1. En la forma de relacionarse
2. En la forma de comunicarse
3. En el juego
4. En el proceso de pensamiento
5. En la integración sensorial.
Todas estas áreas hacen referencia a una serie de características que lo que buscan es determinar un diagnóstico que permita una intervención adecuada a las necesidades de la persona.
Ahora bien, a lo largo del desarrollo aparecen otras características que se asocian como propias de la condición, que no se presentan en todas las personas, y que confunden a los padres, profesionales y maestros.
Todos hemos escuchado o leído la frase: “cuando conoces a una persona con autismo, conoces a UNA persona con autismo”; haciendo referencia a que cada persona es diferente y que la manifestación de las características no se da de la misma manera en todos.
¿De qué depende esto?, simple y sencillamente: de la personalidad, la personalidad es aquello que nos define como individuos, que está determinada por los aspectos heredados de nuestros padres y los procesos medioambientales y culturales donde nos desarrollamos.
En las personas dentro del espectro: ¿la personalidad está definida por la condición? ¿o solo está matizada por la ella? ,creo, que es esto último.
Si logramos comprender esto, entonces podemos entender que existen personas dentro de la condición que son enojones y explosivos; cariñosos y afectivos; flojos; oposicionistas; intolerantes; cooperadores; alegres; sensibles; musicales; curiosos…… por su personalidad y no por la condición.
A esto tenemos que agregar los factores medioambientales y culturales donde se desarrollen las personas. No es lo mismo una persona con la condición en el campo que en la ciudad; en una familia religiosa o en aquella donde no se practica una religión…. y así, en una infinidad de situaciones que la vida genera.
Dejemos de estigmatizar a las condiciones del espectro autista pensando que todo lo que son y que hacen es producto de la condición misma. Veamos a la persona que está detrás del diagnóstico que tiene nombre y apellido, una personalidad y no solo una etiqueta