“Cuando un espacio es accesible las personas no viven la discapacidad.”
¿Qué son las ciudades accesibles? Cómo estas ciudades están diseñadas impacta en el modo de vida de sus habitantes: en la forma de relacionarse, en cómo se desarrolla la actividad económica, social y, en definitiva, en la calidad de vida.
El objetivo no es otro que garantizar la igualdad de acceso y crear ciudades que puedan ser disfrutadas por todos los ciudadanos de la misma manera. Mejorar así la calidad de vida de su población y asegurar que todos, independientemente de la edad, condición física, psíquica, intelectual o sensorial que puedan tener. La población con discapacidad debe poderse involucrar en todos los aspectos de la vida sin limitaciones: sociales, culturales, económicas o turísticas, como el resto de la población.
Las ciudades han comenzado a desarrollar una sensibilidad inclusiva hace relativamente pocos años. Las diferentes planificaciones urbanísticas puestas en marcha por las administraciones locales no han tenido en cuenta las barreras arquitectónicas ni han visto por la accesibilidad universal hasta una época reciente, esto por la creciente población de personas con discapacidad y de la tercera edad. Sin embargo, adaptar los entornos cívicos a todos los ciudadanos es hoy en día una de las máximas aspiraciones en materia de sostenibilidad.
Anteriormente, las avenidas estaban diseñadas para darle preferencia a los vehículos ya que eran amplias, de varios carriles con pocos cruces peatonales y banquetas angostas, lo que dificultaba la libre circulación de los peatones. Hoy eso se está cambiando dándole preferencia a los peatones haciendo o creando áreas de circulación amplias y libres de obstáculos. Se están evolucionando los puentes peatonales (no son funcionales para personas de la tercera edad, personas con discapacidad, familias con carriolas) por cruces seguros, plataformas elevadas y en algunos casos cruces subterráneos todo esto con el fin de garantizar la seguridad al peatón.
Aportando otros apoyos al desplazamiento de los peatones con discapacidad visual, se coloca una guía de huella podo táctil, señalización en Braille, mapas hápticos en puntos clave de la ciudad ubicando los lugares más importantes, así como los semáforos sonoros son una excelente herramienta ya que sirven de alerta al cruzar la calle.
Cabe destacar la importancia del mobiliario urbano, ya que no solo los andadores integran una ciudad accesible, este mobiliario debe de ser el adecuado desde las bancas con respaldo, botes de basura, apoyos isquiáticos hasta los bebederos que deben tener las alturas correctas para que cualquier persona pueda ocuparlos de manera adecuada e independiente.
Por otro lado, aparte de la eliminación de barreras arquitectónicas, es importante observar las condiciones climatológicas: no es lo mismo desplazarse en silla de ruedas sobre pavimento seco, mojado o nevado, así como también es importante considerar el arbolado que se siembra en los diferentes entornos urbanísticos ya que algunos por su bajo crecimiento pueden causarle accidente a las personas con debilidad o discapacidad visual mientras otros con sus raíces levantar las banquetas y entorpecer el camino a cualquier peatón.
Es importante señalar que una ciudad NO se convierte en accesible únicamente por adaptar sus estructuras a todo tipo de personas. Los conceptos de Accesibilidad Universal, Usabilidad y Diseño para Todos no solo benefician a las personas con discapacidad, sino que benefician a toda la población, ya que su aplicación genera espacios, entornos y situaciones mucho más usables para todo el mundo.
Recordando a Paco Cisneros “Hagamos de la inclusión un estilo de vida”.