“Nada de nosotros y nosotras, sin nosotros ni nosotras”, con esta frase finaliza el taller de autogestores brindado a nuestros usuarios en la Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México, pero ¿Por qué es importante iniciar este artículo con esta frase?, la respuesta es sencilla, esta frase engloba en 9 palabras el objetivo de los talleres de autogestores para las personas con discapacidad. Se busca que cada participante pueda ser consciente de sus derechos y obligaciones para que pueda tomar sus propias decisiones de forma informada y con pleno convencimiento de cuál sería la mejor opción. En el grupo de autogestores, buscamos que esta frase quede tatuada en cada uno de nuestros usuarios para que aprendan que ellos deben de ser los protagonistas de su vida. Esto parece ser una tarea sencilla, pero no lo es, porque para que los usuarios puedan concebirse como sujetos de derechos primero deben comenzar a re-plantearse su discapacidad, romper con el estigma que los ha acompañado a lo largo de su vida como seres “dependientes” que “no pueden decidir por sí mismos” y darse cuenta de que existen otros panoramas para su vida.
Para generar este cambio de autopercepción, es fundamental lograr que los usuarios se sientan seguros de poder expresar sus ideas, sentimientos y deseos con sus compañeros autogestores, por ello, en cada sesión existe un momento de reflexión dónde individualmente cada participante expresa sus inquietudes y colaborativamente se apoyan y dan consejos. Se les brindan los ajustes y apoyos necesarios para que puedan tener una comprensión de los temas a tratar y para poder expresar sus ideas con claridad. Es importante recalcar que muchos de los temas vistos son muy bien recibidos por los usuarios, porque les gusta hablar y debatir, les da voz a aquellos que son más introvertidos.
Conforme el taller de autogestores presencial va avanzando, he podido observar un cambio contundente con nuestros usuarios, poco a poco son más comunicativos los unos con los otros, se comienzan a apoyar y dar consejos, empiezan a cuestionar más temas de su vida diaria, lo que a su vez los ayuda en su toma de decisiones.
Muchos de los usuarios, antes de los talleres de autogestores (presencial y en línea), no tienen conocimiento sobre sus derechos ni obligaciones, no conocen los procedimientos legales que son importantísimos para su vida adulta, como lo es el juicio de interdicción y en ocasiones, no están conscientes de sus derechos sexuales y
Recuerdo una ocasión en la cual, los usuarios del taller en línea debatieron toda la sesión sobre el acceso a la movilidad en la Ciudad de México, me pareció sumamente interesante porque entre ellos se daban consejos de como poder trasladarse en la ciudad y se daban cuenta cuando no se cumplió su derecho a la movilidad. El objetivo de esa sesión se cumplió al ser las propias personas con discapacidad las que debatían y se aconsejaban.
Ser facilitadora de los talleres de autogestores me ha brindado una gran satisfacción y ganas de seguir facilitando este tipo de talleres para que poco a poco cada vez más personas con discapacidad tengan acceso a la información sobre estos temas y se vuelvan autogestoras de su propia vida. Todavía hay un camino muy largo que recorrer, pero cada vez hay más personas con discapacidad ocupando espacios de poder y alzando su voz para expresar sus necesidades ante una sociedad que antes los invisibilizaban y decidía sobre sus vidas sin tomar en cuenta su opinión.