La amistad, ¿qué es?, sin duda alguna hay una variedad de definiciones como cada persona lo ha vivido en el transcurso de su vida. Con las chavas y chavos de la Fundación Inclúyeme inicia de una manera particular al coincidir en dar un salto cuántico en su vida, descubriendo juntos día a día el significado de vivir fuera de su casa sin la presencia física de sus padres, familiares y/ o personas cercanas con las cuales están acostumbradas en llevar a cabo las actividades de la vida cotidiana y compartir acontecimientos desde hace un par de años.
En esta nueva etapa de su ciclo vital, algunos inician el proceso ansiosos y a la expectativa de lo que están por vivir, mientras que otros tienen algunas pistas sobre lo que están dispuestos a disfrutar; ante este remolino de emociones se presentan al departamento dispuestos a participar en la dinámica del Programa de Vida Independiente de la fundación, siendo su desenvolvimiento en los primeros días pasivo mientras se familiarizan con el contexto, sus compañeros/as y asimilan el suceso de que ahora sólo podrán platicar un par de minutos por teléfono con sus familiares y/o personas cercanas.
Mientras vive el proceso de incorporarse al departamento y comprenden el roll que desempeñan, su principal punto de apoyo es el facilitador, cuya función consiste en orientarlo, apoyarlo y cuando él o ella lo requiera animarlo reconociendo su esfuerzo; sin embargo, en el transcurso del día al convivir durante el desarrollo de las actividades van compartiendo con sus compañeros/as los sucesos que le acontece en su trabajo, con su familia, amigos, entre otras personas y actividades en las que se desenvuelven; conforme se van conociendo en sus charlas van compartiendo aspectos y situaciones que no suelen comunicar a menudo.
Ante este punto de reunión surge y se fortalece el significado de la amistad, que a su vez de manera personal es un espacio donde van aclarando poco a poco inquietudes al visualizar en sus pláticas aspectos que tienen en común así como diferentes formas de reaccionar y solucionar situaciones, convirtiendo sus miedos o aspiraciones en áreas de oportunidad a trabajar a corto o mediano plazo, el cual va adquiriendo su ritmo y rumbo explorando diversas alternativas, pero también enriqueciendo su autoconocimiento al descubrir virtudes y/o habilidades personales como sociales que no había detectado en él o ella.
Este proceso de crecimiento tiene como base el acompañamiento y orientación profesional del equipo de trabajo de la Fundación Inclúyeme y es de esta manera como el departamento se convierte para las chavas y chavos en su segundo hogar, donde comparten su experiencia de vida, exploran y adquieren conocimientos, se establecen metas, se acompañan en los momentos de tristeza, festejan sus logros como los cumpleaños… entre otros acontecimientos; llenándose de gratas experiencias que les brinda un conjunto de aprendizajes significativos en su vida; conservando el vínculo con su familia y personas cercanas con las cuales también comparte su experiencia en esta etapa de su vida, su independencia como adulto.