Un mundo nuevo por descubrir

Constantemente me preguntan cómo llegue a este mundo maravilloso del autismo. Todo comenzó cuando acompañé a mi colega a una institución de personas con autismo, sin imaginarme que todo comenzaría ahí.

A lo largo de estos casi siete años trabajando con trastornos del desarrollo, en específico con autismo, y en el día a día, sigo teniendo experiencias nuevas con los chicos.

Mi objetivo principal como facilitador ha sido brindar apoyo, recursos y elementos necesarios a los adolescentes y adultos con autismo, los cuales he conocido a lo largo de este tiempo, para que aspiren a una vida independiente. Yo considero que he logrado los objetivos generales que me he propuesto con cada persona. Para mí, el trabajo que desempeño es muy enriquecedor en el aspecto profesional y personal, al realizar cada estrategia que les favorece en su desarrollo y conocer más a fondo el trastorno del espectro autista.

En el Programa de Vida Independiente en el cual me desempeño actualmente, los chicos aprenden todo lo relacionado con su aseo personal, desde bañarse, vestirse correctamente, lavarse los dientes, lavarse las manos, afeitarse con rastrillo o rasuradora, peinarse, comprar y preparar sus alimentos, el aseo de su departamento etc., es decir, todo lo que conlleva vivir una vida independiente.

Mi apoyo consiste en llevar los tipos de procedimientos para que aprendan a hacerlo bien; no es fácil, ya que muchos de los chicos no tienen una buena motricidad y hay que darles ciertos apoyos físicos, este tipo de cosas representan un gran reto, ¡pero me gusta mucho! ya que en varias ocasiones nos pasan situaciones chuscas, como cuando se untan mal la crema o queda en exceso, a la hora del baño a veces sin que me de cuenta le mueven a las llaves y se pone muy fría el agua, en fin, podría mencionar infinidad de situaciones que vivo todos los días con los muchachos, pero el punto no es la parte cómica si no esa relación que se establece con ellos, porque así como me daba gracia a mí a ellos también, dándonos cuenta que nos habíamos equivocado.

Otro aspecto de la vida diaria es apoyarlos para vivir en total independencia en su departamento, y que lleven a cabo actividades como: buen uso de los cubiertos, lavado de platos, barrer y tender la cama, por mencionar algunas.

En la parte laboral, tengo chicos donde lo que se busca es incluirlos en un trabajo en el que se puedan desempeñar exitosamente dependiendo de sus capacidades, como por ejemplo, en instituciones donde pueden desarrollarse en labores de oficina, aseo o empaquetando de productos. En estos años he tenido inquilinos que se desarrollan en talleres de elaboración de golosinas como: paletas, gomita, gelatinas, chocolates etc. esto implica un gran reto para ellos, estas actividades son muy interesantes y de mucho cuidado por la higiene que se debe tener, esto no quiere decir que sea aburrido, por el contrario, lo desempeñan muy bien y les divierte mucho. En esta actividad el apoyo es mínimo.

En las actividades académicas es más complicado con la mayoría, ya que algunos chicos saben leer y escribir pero con el tiempo lo olvidaron por la falta de seguimiento o también porque les resulta una actividad aburrida, lo noto en su indisposición para trabajar. Existen casos de chicos que no tienen habla y la forma de decir: “no lo quiero hacer” es con conductas agresivas hacia ellos mismos o hacia sus compañeros, entonces es complicado intervenir en estas crisis, por lo que es un reto ingeniar algo para hacer la actividad divertida.

En lenguaje y comunicación me he apoyado mucho en el PECS y TEACCH, básicamente es reafirmar el uso o implementar completamente alguno de estos dos. En el caso del PECS se utiliza para que los chicos que no tienen habla se puedan comunicar y expresen lo que quieren; está constituido de imágenes que mediante combinaciones pueden expresar estados de ánimo, responden, solicitan etc. El TEACCH se emplea más para mostrarles sus rutinas o entablar un diálogo con ellos, es también casi la misma dinámica de combinar tarjetas con imágenes. Esta actividad es de las que más me gustan, hay un punto en el cual puedes entablar una plática con ellos por medio de las tarjetas.

Las actividades recreativas son las más divertidas que me ha tocado, algunas que hemos disfrutado son: boliche, danza, pintura, música, paseos, gimnasio, natación y juegos de mesa. Personalmente me tocan actividades que se desarrollan fuera de las instituciones donde mucha gente se sorprendía al ver que las desarrollan muy bien, un ejemplo es cuando desempeñan deportes físicos, porque captaban mucho la atención, la mayoría de las personas muestran cierto morbo de querer conocer cómo van a jugar, pero cuál es su sorpresa que juegan muy bien este tipo de deportes, un ejemplo muy claro es en los deportes acuáticos.

En cuanto a la música es muy curioso, ya que los maestros intentan que los chicos lleven un ritmo individual lo cual hacen bien, pero… cuando es el momento de hacerlo colectivamente se convierte en un desastre y es muy gracioso, ya que todos tocan por su lado, pero los chicos lo disfrutan mucho, que es lo importante. Así podría mencionar muchísimas anécdotas vividas en este tiempo. Durante el camino que he recorrido, mis anécdotas con chicos dentro del espectro autista han sido muy enriquecedoras, doy gracias por esta experiencia de vida personal y profesional.

En retrospectiva, esto cambió completamente mi perspectiva de las personas con discapacidad. En cuanto a Inclúyeme, me ha brindado la oportunidad de trabajar con estos chicos, algo de lo que estoy muy agradecido, al igual que del trato que me han brindado, ya que consideró que mi desempeño es bueno y lo veo reflejado en los avances de los chicos. Viéndolo a futuro es muy gratificante seguir enfocando mi carrera a la educación especial.

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