El Programa de Vida Independiente Adulta (VIA), es uno de los proyectos que tenemos en Fundación Inclúyeme, actualmente con 26 inquilinos de igual número de familias el cual nació con grandes expectativas que hemos ido solventado con el paso del tiempo, siempre con la dedicación que nos caracteriza.
Por su naturaleza innovadora, el inicio fue retador por todas las dudas que como equipo tuvimos, por lo que nos centramos en definir el proceso de lo que haríamos y cómo lo llevaríamos a la realidad en cuestión de infraestructura, teniendo como meta contribuir a la inclusión y autonomía de las personas con discapacidad intelectual.
El primer paso fue conseguir departamentos ubicados en diferentes puntos de la Ciudad de México, tomando en cuenta que contaran con ubicaciones estratégicas, pensando principalmente en el bienestar de las Personas con Discapacidad Intelectual, que serían y son los inquilinos de dichos domicilios. Pusimos en marcha la búsqueda, revisamos diversas opciones y decidimos que los primeros departamentos que se acondicionaran fueran los ubicados en la colonia Del Valle, los cuales requerían una completa remodelación, desde la rehabilitación de muros y pisos, su ampliación, hasta aplanados y decoración.
Con todo el proceso que llevamos a cabo en las dos primeras ubicaciones, obtuvimos una guía que repetimos en los siguientes departamentos y hemos ido mejorando, con la participación de todos los involucrados. A continuación les explicaré con más detalles toda la labor que realizamos: La habilitación de un departamento requiere de un seguimiento detallado, enlistar las reparaciones y materiales necesarios, la contratación de trabajadores (electricistas, albañiles, plomeros, carpinteros, etc.) y la supervisión correspondiente, hasta que se concluyen de manera satisfactoria todos los trabajos.
Para lograr lo anterior, formamos un grupo que ayuda a determinar cómo lo íbamos a hacer, cuál sería el diseño, su amueblado y decoración, tomando en cuenta la opinión de padres de familia, pero sobre todo de los futuros habitantes y que ellos sean quienes escojan los artículos decorativos para que desde el inicio sientan el espacio como propio y ayudarles a su integración.
Con el objetivo de no pasar por alto ningún aspecto material, revisamos cada punto del lugar, es decir, desde la cocina, comedor, sala, recamaras y baños, en todo, tanto en mobiliario como en accesorios, hasta el mínimo detalle como apagadores, contactos, focos, chapas, puertas, pisos, boiler, regaderas, entre otros, son importantes para la plena estancia de los habitantes. Con lo anterior, casi tenemos el nuevo departamento listo para ser habitado, pero al mismo tiempo de los procesos anteriores, es importante gestionar y contratar los servicios correspondientes como predio, luz, agua, gas, televisión, internet, telefonía, predio, etc., los cuales se necesitan pagar periódicamente.
Una vez que se logró el acondicionamiento del departamento, surge la labor de dar mantenimiento, tanto preventivo como correctivo, si se da el caso. Una acción para facilitar estas tareas es la elaboración de bitácoras que nos permitan atender y cubrir cada necesidad en tiempo y forma. Uno de los retos a los que como fundación nos hemos enfrentado, es a la aceptación de los vecinos quienes en ocasiones por falta de información se oponen al avance del programa. Por ello como primer responsable de las tareas de instalación, si es necesario llevo a cabo reuniones informativas, aclarando dudas, tomando en cuenta sus comentarios y generando consensos.
Algo no menos importante es asegurarnos de que se cuenten con los suministros de despensa y productos para la limpieza que se requieren en el día a día, encargándome personalmente de su adquisición y distribución. Lo que se complementa con una “caja chica” a cargo del (la) facilitador (a) para la compra de algunos productos, principalmente perecederos, elevando la comodidad de los jóvenes inquilinos y facilitando su Vida Adulta Independiente.
Todo lo descrito se aplica en los ocho departamentos de nuestra Fundación, ubicados en la Ciudad de México (5) y en el municipio de Huixquilucan (3), Estado de México, teniendo como objetivo llegar a 10 en lo que resta de 2016. Ésta es parte de la contribución de un servidor al bienestar de jóvenes con discapacidad intelectual, una tarea muy exigente para mantener todo en orden, se requiere de una dedicación y compromiso total; pero la recompensa está en la satisfacción de ver cómo les cambia la vida radicalmente, la emoción que viven, la libertad que sienten, el entusiasmo de participar en lo que les rodea y impulsarles a convivir en una sociedad que puede ser cada vez más incluyente.