En el presente escrito, abordaremos particularmente, el Derecho de las Personas con Discapacidad frente a las Situaciones de Riesgo y Emergencias Humanitarias (artículo 11 de la CDPD, 2006), pues de acuerdo con este derecho y a nivel mesosistema y exosistema (familia, amigos, centros escolares, centros de día o noche, centros de trabajo y la comunidad), fundaciones como Fundación Inclúyeme, deben, en medida de lo posible, realizar acciones para garantizar la seguridad y la protección de las personas con discapacidad en emergencias cotidianas y masivas como situaciones de riesgo o desastres naturales, entendiendo que estos últimos pueden ser terremotos, inundaciones, incendios, entre otros (PAP, 2015).
La Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2017), nos indica que, en los últimos años, las Personas con Discapacidad ante situaciones de emergencias o desastres son más vulnerables y tienen más probabilidad de rezagarse o de ser abandonados ante situaciones críticas masivas; además, en los procesos de acción de emergencia cotidiana o masivas, se ven limitadas por cuestiones de accesibilidad, planificación y preparación ante estas eventualidades. Se sufre discriminación por motivos de discapacidad, por el simple hecho de que no se les tiene contemplado o en cuenta en los protocolos de emergencias.
En Fundación Inclúyeme, se interviene desde el acceso y uso de información y/o formación, es decir, desde intercambio de información de particularidades de cada departamento y roomies, hasta la capacitación a personal operativo para que lo repliquen con los usuarios del servicio; así como su aplicación en la realización de simulacros de diversas situaciones y niveles de emergencia; actualmente hemos establecido protocolos con las funciones, actividades y tareas de cada uno de los involucrados: Direcciones de Vida Independiente y de Familias, Facilitadores Senior y Titular y roomies de todos los departamentos y sus familias.
A este sentido, contamos con dos ejemplos claros sobre la realización de acciones a seguir en caso de emergencias cotidianas y masivas de desastre. El primero, los relacionados con las eventualidades de la vida diaria y aplicables a emergencias menores hasta emergencias de salud significativas que implican traslado al hospital, y el segundo, desastres naturales, desde protocolos de seguridad, comunicación y desalojos de departamentos como los terremotos ocurridos en septiembre de 2017.
Cabe destacar que Fundación Inclúyeme, siempre se ha enfocado en la prevención, desde el acceso a la información y acciones de juicio común y social en esos momentos. Sin embargo, a raíz del nuevo modelo del Programa de Vida Independiente basado en la modalidad de roomies y la protocolización de diversos procedimientos basados en planteamientos de la Convención, se ha destacado un poco más en la visión y misión institucional, ambas basadas en el desarrollo de habilidades de personas con discapacidad que fortalezcan su proceso de inclusión y participación, desde el ejercicio de sus derechos como ciudadanos independientes y de gran aporte social.
En este caso, particularmente el desarrollo de habilidades adaptativas, de salud-seguridad y autodirección, a nivel conceptual y práctico, pues dentro de cada uno de los departamentos se trabajan dichas habilidades, desde el traspaso de información y realización de simulacros, brindamos a los roomies acceso y uso de estrategias relacionadas a su autodeterminación en diferentes momentos y niveles.
Ejemplo de estos momentos y niveles, es que a los rommies se les hizo partícipes de la toma de conciencia y decisiones en relación con los Protocolos de Seguridad en emergencias cotidianas y emergencias masivas. Con base en el desarrollo y funcionalidad de sus habilidades adaptativas de salud-seguridad y autodirección, se les invitó a contribuir en la creación de los protocolos de seguridad, destacando el qué hacer ante una emergencia menor y qué hacer ante emergencia masiva, trabajando desde el sentido de pertenencia al departamento y visión de roomies (trabajo colaborativo), destacando actividades de llenado de su ficha médica, documentos necesarios, qué hacer y a quién llamar, resaltando la importancia de los cuidados de salud particulares o accidentes mínimos y eventuales, participando en simulacros o fungiendo como responsable de curar accidentes mínimos o incluso convertirse en co-facilitador temporal ante la necesidad de apoyo en sus funciones como responsable y apoyar en las acciones a seguir en caso de una emergencia cotidiana o masiva, particularmente los temblores.
Bajo estos cambios y nuevas acciones de toma de consciencia y participación de todo el personal incluido los roomies, es que a continuación exponemos los protocolos de seguridad construidos a raíz de las experiencias vividas durante el segundo semestre del 2017, específicamente, protocolos en caso de emergencias cotidianas (acciones de salud y médicas) y de emergencias masivas (como acciones en un temblor). No se especifican situaciones particulares dado que el procedimiento a seguir será muy parecido.
En todo este proceso ya hubo un trabajo previo en acceso y uso de la información, fichas médicas, base de datos de roomies, familia, y emergencia, instituciones de día, procedimientos mínimos, entre otros, además de complementarse con las medidas preventivas, realizadas en cada uno de los departamentos, así como la realización de simulacros de situaciones reales y supuestas.
Cabe destacar, que también realizamos dinámicas después de las situaciones de emergencia médica o desastres naturales, pues los efectos a nivel psicológico, emocional y conductual influyen directamente en el nivel de funcionamiento de las personas con discapacidad, siendo necesario más tiempo y herramientas para regresar a su estilo de vida normal. Por lo que es importante brindar apoyo desde diversas estrategias o técnicas como mediación, proyectivas o de expectativas en situaciones hospitalarias y estrategias de técnicas más elaboradas como las de los primeros auxilios psicológicos Debriefing o Defusing aplicables inmediatamente y en el proceso apoyando a la persona con discapacidad a visualizar señales de alarma, niveles de activación, sus factores protectores y factores de riesgo, sus pautas de autocuidado y psicoeducativas necesarias, así como la importancia del rol de sí mismo, su familia y asociación, en este caso Fundación Inclúyeme, y sus centros de día.
Cerraremos comentando, que las propuestas protocolarias de seguridad dependen de las características de cada fundación, de la cultura de prevención y de capacitación, de los mismos beneficiarios del servicio y sus familias, entre otras; deben tenerse en cuenta porque más que ser un asunto de derecho, llevarlos a cabo como prevención primaria, secundaria y terciaria ayudará a la participación de las personas con discapacidad en la planificación de acciones, antes durante y después de situaciones de emergencias cotidianas o masivas, de riesgo y situaciones humanitarias en general.